jueves, 7 de octubre de 2010

LA HISTORIA DE UN CONVENTO




Hace poco leí un texto llamado Noticias de un convento frente al mar de Germán Espinosa haciendo un resumen que quiero compartir con los lectores para mostrar un poco el erotismo que presenta su autor.

"Aquello de que creemos capaces a otras personas da la medida de nuestra propia capacidad" (Tomada de Noticias de un convento frente al mar)

La historia comienza con el relato de la propietaria ya anciana de un prostíbulo, que narra sus vivencias lésbicas cuando joven, ubicadas en un convento. Un convento en el que de entrada se me torna como un lugar sombrío puesto que la lectura me lleva a un lugar cerca al mar, donde las olas irrumpían en las rocas creando así un lugar desolador y poco consolador para un alma triste y que busca un crecimiento supuestamente espiritual, donde el moho, aparte de estar en las paredes rocosas del convento, pareciera estar en el corazón de las hermanas. Este lugar que no es preciso de oración y desapego a lo mundano, si no, en lo personal, es más un elogio a la homosexualidad y desfachatez observado desde un lado oscuro y oculto.

Cuando era niña vivía en una tranquilidad y claridad de todo niño, salvo a la muerte de sus padres. Criada bajo creencias católicas, sus tíos, después de la muerte de sus padres, ofrecieron a las carmelitas un jugoso donativo para que recibieran a la joven a sus 17 años con tal de quedarse con la herencia que a ella correspondía. Estando en este claustro en contra de su voluntad. Tal vez por el dinero que aportaban sus tíos, las monjas no vigilaban a la chica, ni se preocupaban por su crecimiento personal ni espiritual, solo la lavandera que ya vieja apostaba por la novicia y se atrevía a vérselas, si fuera necesario, cara a cara con el mismo diablo.

La proxeneta recordaba su primer semestre en el convento y sus lugares; el patio donde se creía poder pasar las horas aislada del mundo y con una transitoria tranquilidad observando a la hermana Nicolasa quien se había convertido, después de mucho tiempo, en inventario del convento y quien se encargaba de la pureza de los hábitos y las vestiduras de las novicias. Me refiero a hábitos aclarando que esta vieja lavandera se ocupaba del aseo, no solo físico, de sus prendas, si no, de la limpieza interior de la novicia, imagino que no solo fue con ella sino con todas las novicias de las que sentía que el mismo demonio se estaba apoderando, procurando mantener en pie al convento. Cuando la joven era tan solo una novicia, en una tarde en que estaba en el patio para distraer la mente, la hermana Nicolasa parece advertirle no solo con una mirada sino, con una frase que ella no entendía del todo, queriendo tal vez decirle que se aproximaba una guerra espiritual, o tal vez, hacerle culpa de una futura profanación pero que, aunque encargada de la limpieza, no estaba en sus manos evitar, al menos no en el momento.

Este claustro era más que una clausura ya que había muchas reglas religiosas que hacían de este lugar una cárcel voluntaria, en el caso de ella, en contra de su voluntad.

Un día cuando descendía de un árbol, la hermana Helga se acerca y le ayuda a descender deslizando sutilmente uno de sus dedos entre su vestido hasta hacerlo desaparecer en su vulva, Despertando en ella a la mujer domesticada hasta entonces nuevas sensaciones abordaron a su cuerpo, la piel despierta y todos sus sentidos gritando, los mismos que ella ignoraba que existían, como si el mismísimo demonio estuviera ahí para hurgarle cualquier sentimiento de desprecio por el sexo y se empeñara en satisfacer todos sus más bajos deseos carnales. De ahí, esta joven se enamora perdidamente de Helga y juegan muchas noches despertando en el espectro del claustro, repentinos deseos sexuales; juegos que despertaban en la joven toda clase de pretensiones y de ambiciones sexuales colmando su apetito con repentinas masturbaciones, haciendo que cada encuentro se tornara como si fuera su primer encuentro sexual.

Pero ahí estaba Nicolasa, imponiéndose siempre, queriendo pelear contra lo que ella creía que era estar cara a cara con el diablo. Haciendo esfuerzos sobrehumanos para vigilarla, se quedaba fuera de su cuarto tratando de hacer que su camino en el claustro sea más espiritual que sexual. Esta vieja lavandera gasto todas sus energías imponiéndose a los encuentros eróticos de estas dos mujeres, por tanto dedico día y noche a vigilarla, y en consecuencia de esta vigilancia, cae moribunda. Mientras tanto Helga no pierde su tiempo y ya se encontraba al asecho de otra novicia recién llegada, esta seducción hacia que la joven se sintiera con despecho y no sé si intencionalmente, pero creyendo que si, la joven compartiría su resentimiento con el joven que atendía su guardiana ya moribunda, el joven no tenía ni idea que las consecuencias de este desaire dispuesto por Helga le iban a repercutir. El joven médico que se dedicaba a velar por la salud de Nicolasa y que después se encontraría en el campanario de la iglesia donde es desnudado por la joven en despecho haciendo de esta, la primera vez que veía la erección de un miembro masculino. El joven médico es descubierto desnudo, apenado y con frio, tapando su pene mientras miraba que la joven novicia tocaba sin parar las campanas del convento como si quisiera aturdir a su moribunda guardiana para poder despertarla de su profundo sueño. Las campanas retumbarían hasta el prostíbulo en el que recuerda la historia de su acto lésbico, en aquel convento carmelita donde sin ninguna vergüenza, despojo sus miedos para entregarlos al más fantasmagórico deseo; este convento que después de que Helga le subiera a los placeres eróticos que daba el sexo, se convertiría en el mejor castillo principesco donde se sentía en un sueño que a su edad despertaba el más puro amor, sin haber conocido si el acto heterosexual le produciría el mismo placer que desencadenaba Helga.

Se evidencia que la joven termina como dueña de un prostíbulo pero me crea la duda de que pudo ser de aquella Helga; tal vez hubiera vivido el resto de su vida en el convento conquistando a jovencitas novicias enseñándoles desde un punto lésbico, me hace recordar la palabra Safo y que en mi consulta verifique que era una poetisa griega la cual enseñaba entre otras cosas a recitar poesías a sus alumnas y a muchas las enamoraba. La Safo de esta historia indudablemente era Helga, que con sus desdenes al claustro hacia de este lugar un templo para el sexo y el engaño prodigando su deseo homosexual. También pudo ser que se canso de no emprender sus ansias viriles que solo lo podía saciar con un miembro masculino y se escapo en aquel barco camaronero imaginándose que estaba lleno de hombres con los que pudiera satisfacer sus deseos sexuales. La Safo de Lesbos mencionada era Helga y su Lesbos el convento.

“A los rebeldes y a los soñadores una vez cumplidos nuestros más caros sueños solo nos queda el desamparo y la resignación” (Tomada de Noticias de un convento frente al mar)


jueves, 5 de agosto de 2010

COMCEL

Desde que me robaron los papeles de identificación en Neiva, se ha vuelto un tormento tratar de que no envuelvan mi identidad en deudas y en delitos. Hace algunos días llamaron de la Fiscalía para responder algunas preguntas, pedí al cielo para que no me hicieran preguntas de personas que conociera, me aterraba la idea de saber que podía implicar a alguien en alguna investigación. La idea que rondaba por mi cabeza era que en varias ciudades del país hubiera una lista de deudores morosos y ahí estuviera yo. Me preguntaron por algunas personas que la verdad nunca he conocido ni siquiera porque buscara en el vagón de mi memoria a largo plazo. Me preguntaron que si conocía un numero el cual me dictaron rápidamente pero tampoco lo recordaba, intuía que lo que decían tenía que ver con unas llamadas, esa fue la siguiente pregunta a la cual respondí que solo por COMCEL tenía un número y era en un plan prepago. El fiscal me dijo que la investigación la estaban llevando en un pueblo lejos de la capital de Antioquia, y que a él solo le habían autorizado hacerme las preguntas pero no decirme en qué consistía la investigación. El tema quedo ahí.
Hace poco, a la hora de pagar mi semestre, traté de acercarme a las entidades que hacen los préstamos para mis estudios sin resultado alguno. Me dijeron que estaba reportado en una de las centrales de riesgo. Me fui a DATACREDITO y me dijeron que estaba reportado por COMCEL. Cuando fui a COMCEL me dijeron que tenía una cuenta por pagar y que tenía un buen tiempo de mora y que si no era mía, podía hacer una negación de línea. Hice todo el procedimiento y la investigación interna que hicieron tuvo como veredicto que no era yo el dueño de dicha cuenta.
Un poco trastornado me siento a pensar como hace una compañía tan prestigiosa como COMCEL para solucionar un problema de tanta gravedad para las personas, pero que para ellos puede que sea el pan de cada día. Si esto es así, deberían ser más estrictos con todos los procesos para que los requisitos funcionen para todos por igual, tanto en la ciudad como en las zonas rurales. En cada oficina que reporte una línea con documentación falsa, se le debe exigir al administrador que todos pasen por el proceso, tanto de verificación personal como la de tener más referencias personales para verificar los datos entregados. ¿Sera que es tan fácil sacar una cuenta en Pos pago? Pues me di a la tarea de averiguar y es tan fácil como ir al supermercado y hacer fila para pagar un producto. Piden la fotocopia de la cédula e investigan si el número está reportado en alguna central de riesgos. Ellos hacen este proceso de investigar por algún contrato “Convencional” en el cual no necesitan sino el número del documento de identidad. Intente consultar mi propio número de identificación desde un computador y exigía digitar un sin número de cosas, como numero de teléfonos que relacionan al propietario de la identificación (fijos), en que bancos ha tenido cuentas y un montón de preguntas que ponen en duda la respuesta, no pude consultar si estaba o no en la central de riesgos. Como quien dice mientras a mí si se me obliga a ir personalmente a consultar mi estado, algunas entidades solo necesitan el número de mi identificación.
Personalmente creo que estas cosas nunca van a cambiar; el robo, el engaño y todas las artimañas existentes para sacarle provecho a un servicio que se puede obtener gratuitamente no importa si puedo hacerle daño a alguien que se conoce o no. Pero ¿Por qué COMCEL no verificó esto? ¿O será que sus funcionarios si lo hicieron y alguien fallo en el proceso? ¿Será que basta con solo una carta que llega a tu casa diciendo que ellos aceptan que si he sido víctima de suplantación de identidad? ¿Será que si viniera con una firma personalizada y no con una en serie que hacen para miles de copias me hubiera sentido más satisfecho con el compromiso de COMCEL por reparar el daño del cliente?
Un poco de disertación a la hora de hacer las preguntas respectivas y que la persona que aparezca en la fotocopia de la cedula que presentan, también lleve la original para constatar, si este es el proceso normal. ¿Qué pasa COMCEL con las oficinas de donde se reportan estos incidentes?

jueves, 29 de julio de 2010

CANCER EN EL ALMA

Mi familia está pasando por una crisis, ya que uno de sus pies tiene quebrantos de salud. Quise decir pies porque son las personas en las que se apoya el estado emocional de la familia; mis tías abuelas. Por ser la generación más alta de la familia muchos giran alrededor de ellas.

Una de ellas, de las tía abuela, vive en mi casa, apostándole a la vida, o simplemente esperando morir. La otra, en estos momentos, yace en un hospital de Cali apostando a vivir, aunque en nuestra familia ha existido una enfermedad común, ese cáncer de la ausencia emocional, o la expresión de la misma, hace que en estas circunstancias los rencores se prescindan o simplemente se guarden para otra ocasión. Mi tía abuela conoció la parte tosca de mí, no he tenido la oportunidad de remediarlo, tampoco ninguno de los dos lo buscamos, lo que sí es seguro de mi parte es que no quiero que alguien en la familia tome algunos criterios de mi por dos o tres momentos que compartimos. Ella viaja para visitar a su hermana en mi casa, y en alguna ocasión llego, con algunos regalos en su bolso y con un saludo efusivo. No sé porque tuvimos un dialogo donde se me olvidaba que era mi Tía abuela, con ese título no hacía falta de observar sus canas para haber respetado sus palabras. Tal vez fui egoísta en dedicarme a defender solo lo que yo quería y no lo que la familia pretendía.

No siempre lo que pensamos se toma como bueno para la otra gente, solo es un punto y es subjetivo, ese cáncer del egoísmo atrofia los pensamientos y no nos hace ver más allá de lo que pretendemos, no vemos lo que intenta hacer el mundo exterior. El cáncer de la falta emocional que porta mi familia está alimentada por muchos acontecimientos de odio, peleas, gritos y llantos, quizás hice parte de ese alimento, le di de comer a ese monstruo que sigue acompañando la familia por parte de mi padre, ese que pone más largas las distancias que el mismo asfalto.

Pienso que tal vez estamos empeñados en cultivar solo la afectividad como padres con nuestros hijos y escasamente la de hijos con padres; nunca la afectividad desde otro punto de vista; tíos con sobrinos, primos con primos, primos segundos con primos, hermanos con hermanos… y todas las relaciones afectivas que se pueden crear en el entorno de la familia reforzada por el respeto a cada uno de los integrantes, sus pensamientos y sus creencias políticas o religiosas; esas, no sé la razón pero, son las más básicas para dañar una relación afectiva.

Quizás cuando algún día muera mi tía abuela no vuelva a tener contacto con su hija, o tal vez cuando su hija muera no volveré a saber de su nieta o que su bisnieta nunca sepa de mi; están en un país donde, si no tienes algo fuerte que te enlace para volver, te olvidas de tus raíces; en ese país los lazos afectivos son los que están morando contigo. Esa es la imagen que proyecta, para mí, ese país.

No expresaremos de igual forma nuestra afectividad de pareja con mi vecino, pero deberíamos abogar para que los actos sean acompañados de un bien común, que enlacen un rio de buenas obras como en la película “cadena de favores”, no solo con nuestros familiares, sino que el rio se desborde y también unte a todas las personas. Así como todos comparten sus tristezas, también compartan la alegría, no solo en la intensión esta las buenas obras, sino en los hechos transportados a la realidad.

No son esas células malignas las que destruyen nuestra alma, es el cáncer de las malas intensiones, de las mentiras, pues no le estaremos haciendo daño a alguien sino que estaremos cultivando un lodazal para nuestras vidas.

La claridad es una meta que todos, hasta involuntariamente, buscamos; si escondemos lo que siente el alma nos mentimos a nosotros. Las mentiras solo son el fardo de las verdades… y ellas no siempre estarán ocultas…

De los que no conozco, de los que se unen a mí por medio de algún lazo invisible, mis mejores deseos y que Dios los bendiga.


jueves, 22 de julio de 2010

SOLO PARA DIOS

"Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos."

Han encontrado en mí muchas falencias, pero son relativas, no todos piensan lo mismo. Recordando el camino desde la primera vez que fui a una Iglesia Cristiana, repasando todo esto, se me vino a la cabeza como fue ese primer día que en verdad me hablaron de Cristo. Con recuerdos muy vagos, creo que tenía ocho años, también creo que muchos creían que se aprovechaban de mi inocencia para llevarme a este lugar. Ahora con 25 años, la inocencia sigue siendo la misma. Recuerdo que la abuelita de Maria nos invitaba, tampoco supe porque mi madre, tan entregada a su religión, permitía que nos llevaran a la iglesia cristiana. Doña Antonia nos recogía antes de las ocho de la mañana porque había que estar temprano para las clases de Batería. Cuando llegamos a la iglesia, nos sentábamos mientras comenzaba una alabanza y una entrega, que siempre desde mi punto de vista me quedaba perplejo, no entendía bien la sazón que Dios me estaba dando de conocer sus palabras. Linda, así se llamaba la niña, de 18 años aproximadamente, que nos daba la clase en la escuela dominical. Siempre me atraía su sonrisa y su mirada, hasta entonces no veía, en las chicas de su edad, esa tranquilidad que inspiraba. Linda siempre nos miraba fijamente para cuando el grupo de alabanza terminara guiarnos hasta el salón. Siempre nos hacia juegos didácticos, nos hablaba de las majestuosidad de Dios. Siempre le creí pero nunca puse atención a las ilustraciones que nos daba en unas copias, siempre me maravillaba la alegría con la que se expresaba. Linda nunca se enojaba con nosotros, si uno de nosotros hacia algo incorrecto simplemente lo hacía para al frente y decir una oración, y como a todos nos daba pena, era suficiente para hacernos entender lo que quería de nosotros.

Recuerdo que Camilo, otro chico de mi edad que asistía con nosotros, tampoco de familia cristiana, se encargo de mostrar a todos que él era cristiano. Se compro una biblia, siempre se sentaba en su casa y le hablaba a los amigos de su edad, 2 meses después lo llevaron donde un sacerdote católico que para que volviera a los caminos. La verdad me parecía chistoso al saber que mi amigo era llevado donde alguien porque estaba supuestamente perdido. Algo relativo desde que punto de vista se ve cual es el camino. Camilo llego diciendo que los cristianos estaban locos, era niño y es más fácil convencer a ellos cuando chicos que cuando adultos, son como un cuaderno en blanco, solo tienen espacio para escribir. Le pedí la biblia y me dijo que me la vendía, como la economía en mi casa era escasa pues solo vivía con mi madre y mi hermano, le dije que no tenía plata, entonces prefiero archivarla.

Un día linda no volvió a dar las clases, nunca supe porque, jamás la volví a ver.

No recuerdo cuanto tiempo asistí a la iglesia, pero un día, me enviaron de paseo a Yolombó, como todavía no podía tomar decisiones en mi vida, busque en silencio una iglesia, solo necesitaba sentirme tranquilo, no tenía que ser de lujo, no tenía que ser la más grande, no exigía nada, simplemente que estuviera tranquilo.

Recuerdo cuando llegue a Medellin, me hicieron lo mismo que le hicieron a Camilo, nunca le creí a la persona que me enviaron, pero ya no podía asistir a la iglesia porque no dejaban que doña Antonia se acercara. Pasaron unos años para reencontrar personas con las que compartí momentos de tranquilidad, eso sentía de niño, tranquilidad.

Como siempre, la escases en la facilidad de hacer amigos, me mantenía alejado de algunos círculos sociales. Un día, ya con decisión y sin que nadie influya, entre a la misma iglesia, pero ya no era lo mismo. La gente me miraba extrañamente y me hicieron sentir intruso. Como era joven todavía para entender que no todos me tratarían como esperaba, decidí no volver a acercarme. En otra ocasión entre a otra que era muy grande, y pase desapercibido, excelente me dije, nadie sabe quién soy y no todas las miradas iban a apuntar hacia mí. Fui varias veces como por seis meses, solo los sábados.

Paralelamente me habían invitado a otra iglesia, pero no, no llenaba mi expectativas, o sea, mi tranquilidad, entonces fui muy pocas veces. Cada vez que iba en mi moto y veía una iglesia, entraba, observaba mi tranquilidad y si me sentía bien, volvía a los ocho días.

James me invitaba a unas iglesias en Medellin y varias veces lo acompañe, había una que me gustaba mucho y después de que no volví a saber de él por un tiempo, fui como dos veces no más.

Un día, vía virtual, me invito a una iglesia lejos de Medellin, casi siempre le decía que no, siempre le decía que no podía aunque al final era una simple excusa. El día que me anime a ir con él… cambio……..

Un día me dedique a complacer a la gente, hacer las cosas que todos quieren que haga, olvide por completo complacer a Dios.

Es muy diferente escucharlo, es muy diferente hablarlo, vivirlo, es más que sorpréndete.




miércoles, 21 de julio de 2010

RECUERDOS PERDIDOS


Ni siquiera aventurándome por la historia de mi familia había encontrado algo que penetrara en mi he hiciera sentirme como hijo de la tía “Tiva”, asumiendo parte de culpa por el abandono de la familia. Para mí, esa forma de “justicia-venganza” tampoco alivia mi alma, y aún no soy tan perspicaz para entender la satisfacción con la idea del “ajuste kármico”… Simplemente me siento a releer este artículo de mi prima Luz Dary Jiménez Monsalve y esperar que mi alma siga ahogando el grito que siempre he sentido “ya que en la familia de mi padre la afectividad siempre ha brillado por su ausencia”… esta contradicción humana se ha vuelto parte de la vida…

En el afán que trae la vida olvidamos nuestros seres queridos, olvidamos o nos hacemos los ciegos de quienes son parte de nosotros, olvidamos el lazo que nos ha unido… Del siguiente artículo, mi mejores recuerdos perdidos…

UNA VIDA PARA EL ABSURDO (Luz Dary Jiménez Monsalve)

En memoria de mi Tía “Tiva” porque la justicia a veces es invisible.
En estos días he estado pensando en esas historias absurdas, tristes y dolorosas para las que sólo encuentro alivio creyendo en la reencarnación, o en que esta vida es un complot divino que uno diseñó con la ayuda de seres que lo aman a uno mucho en el plano del alma, para realizar trabajos que a la personalidad le parecen difíciles, y que están al servicio de la purificación del alma.
Y es que en la familia de mi madre casi todas las historias son absurdas, sin sentido, muchos llegaron a este planeta y se marcharon dejando una sensación de impotencia insoportable.
Como la historia de la tía "Tiva", quien estuvo al servicio toda su vida de una familia adinerada que tuvo que abandonar el pueblo porque habían adoptado una niña de horas de nacida que se habían encontrado en la carretera. Todo el mundo supo de quien era la niña, de otra familia poderosa del pueblo, y en aras de proteger a la menor de saber su verdadera procedencia se marcharon a vivir a Medellín. Mi tía Natividad a quien todos llamábamos "Tiva" fue la nana de esta pequeña, quien posteriormente se convirtió en su peor verdugo.
En la edad madura mi tía Tiva, se accidentó y se descaderó, la niña que ya se había convertido en mujer y a quien llamaré Sonia, no le brindó atención médica, pese a que era una mujer con mucho dinero, y la fractura cicatrizó fuera de su lugar por lo que mi tía caminó el resto de su vida arrastrada por el suelo, desarrollando una destreza asombrosa para saltar y acceder a los sitios altos. Aún así se las ingeniaba para cumplir con sus obligaciones de doméstica y nana de los hijos de Sonia. Nunca supimos en qué momento Sonia dejó de pagarle sueldo, convirtiéndola en su esclava. La tía Tiva nunca pedía justicia o se marchaba de allí porque esa constituía su única familia y los únicos lazos afectivos que ella había conocido, ya que en la familia de mi madre la afectividad siempre ha brillado por su ausencia. La indiferencia por las condiciones en que había sido esclavizada la tía Tiva es la prueba más grande de la aridez afectiva que ha existido en la familia.

Siempre que visitaba a mi tía Tiva, salía con el alma en las manos, viviendo es esa casa tan llena de lujos, siendo literalmente una esclava para aquella familia, que aún en sus últimos días de vida no la exoneraban de sus obligaciones y haciendo su trabajo pese a los dolores físicos que su condición le traía. Muchas veces quise demandar a Sonia, para entonces era alcalde de la ciudad de Bello Antioquia y tenía además de una inmunidad diplomática una narco inmunidad. El cerco se había cerrado para todos, ella tenía más poder del que jamás se imaginó y esa bola de nieve ya estaba demasiado grande. En aquel entonces lamenté no haber tenido más edad cuando el abuso había comenzado para haber rescatado a la tía Tiva de esa vida, de esa que fue toda su vida.
La tía Tiva se fue debilitando en casa de Sonia hasta quedar nada de ella, en sus setentas y en los últimos días de su vida mi madre y otra de sus hermanas consiguieron rescatarla de la casa de Sonia y llevarla de regreso al pueblo donde murió dejándonos con este sinsabor de no haber podido hacer nunca nada porque se hiciera justicia con ella.
Siempre que pienso en la historia de la tía Tiva recuerdo la única vez que ella me permitió expresarme mal de Sonia, y como me escuchó atentamente sólo para decirme: "a mi aquí no me hace falta nada, pero a ella si, estas muy joven para saber que hay cosas que el dinero jamás podrá comprar".
o me alivia la idea de saber a Sonia “pagando” sus deudas con mi tía, esa idea de justicia-venganza no me ayuda, me regocijo en la idea de que la vida las reunió para algún ajuste kármico, y que en el plano del alma todo está en perfecto orden, porque esa idea es la única que me trae la sensación de paz que necesita la memoria de mi tía Tiva, el ser humano más fuerte que he conocido.


martes, 29 de junio de 2010

CARGAS SOCIALES

MMM, como así que las personas que creo son parte de mi esperan para ser mejores que yo, acaso cuantas veces me he caído y las mismas veces me levantado en Cristo. Cuantas veces con el mejor deseo les ayude y puse sobre mis responsabilidades las de ustedes, cuantas veces aposte por sus futuros, cuantas veces me vieron caer e intentaron ayudarme pero simplemente para satisfacer sus propias necesidades. ¿Creíste acaso que por no tener sus responsabilidades, no tengo las mías, o crees que las de ustedes son más difíciles? Crean o no, siempre les he apoyado y me he precipitado por ayudarles. Ahora siento que me dan la espalda cuando estoy feliz, siempre ha sido así, no han tolerado que me sienta más cómodo con mi vida que ustedes. De pronto hasta me he precipitado en escribir, pero siendo lo mejor, así exhorto alguna culpa en mi. Me ha tocado, como lo digo siempre, buscar en el diccionario, o simplemente Wiki pedía, el significado de ser bueno y no ser tan bueno. Pues mis actos, para los que amo, son de egoísmo para con ellos, pero el acto de ellos para conmigo son de desprecio, asimilando o diciendo simplemente, ya no haces parte de mi. Nunca me preocupe por la necesidad de tener alguien a mi lado, estando solo físicamente me ha hecho fuerte, y de cada error que tengo siempre saco lo mejor. Ahora me he sentido más tranquilo, pero sigo viendo que los que dicen quererme no les gusta para nada, haciendo de mi vida un manjar de sarcasmos y de ironías para sus comentarios de mesa.
Salir “adelante” ha sido tan difícil pero igualmente emocionante, que la mejor forma en que me han ayudado es dándome la espalda, ha sido la mejor maestra, “mi maestra de espaldas”. ¿Quién creería que de alguien que no presta atención a tus momentos difíciles también puedes aprender y aparte de eso, volverte fuerte?
Gracias Dios por darme la sabiduría de tomar lo bueno de lo malo, gracias a los que me apoyan, y miles de gracias a los que no, pero muchas más gracias para los que se alteran con mis alegrías, pues de ellos ha brotado las ganas de seguir en pie de guerra. Simplemente quiero que la soberbia no penetre mi alma, y destruya lo que a poca gente le gusta de mí. Muchos me han tildado de loco, otros me han dicho “charro”, otros me dicen que me comporto muy raro, otros que soy despectivo en conocer nuevas personas, otros simplemente me admiran por mirar los problemas como una ilustración de lo que no se debe hacer y soslayar lo mejor de ellos.
Como decía mi prima, el problema no son mis amigos, ni mis hermanos, ni mis padres… el problema es que nací en un lugar donde no encajo, la pregunta es ¿Por qué en este hogar?.. Ese es el reto de un buen cristiano…. (LDJM)

miércoles, 9 de junio de 2010

GENERACION XD

Recuerdo que la generación que me imponían no era para mí, al menos eso creo y cada día me convenzo de ello. En cada una de las situaciones he estado al otro lado de la multitud. Entre tantos recuerdos, inutiles por cierto, pensaba en mi niñez. A esa corta edad llena de felicidad, disfrutando momentos con mi hermano, también compartía momentos con amigos, aquellos compañeros de guardería. En muchas ocasiones, aquellos niños se reunían para hacer juegos, extraños para todos pero de algún modo alguien explicaba las reglas del juego. Ahí estaba yo, observando a la mayoría, al otro lado del salón. Marcela se reía, Claudia tenía una mirada de curiosidad y de atracción, Gonzalo se sentía reprimido y se apartaba de ellos. Sin embargo, aunque yo estaba lejos de estos juegos, no lo hacía por el simple hecho de que observar a cada uno me parecía más llamativo, sus actos eran irrelevantes para mis ansias de juego. Mucho tiempo después, con un poco mas de lógica me hago la pregunta, ¿Quién llevo estos juegos sin principios fundamentales hasta aquel lugar de inocencia?, ¿De dónde saco aquel niño las reglas del juego? Mi memoria a largo plazo es buena, no hice parte de esto, y me sonreía al pensar que las miradas se mezclaban entre desconfianza, inseguridad, deseo, risas, juego de niños… No fui parte de aquella época.
Años después siguen pasando muchas cosas iguales, hasta en mi familia he encontrado palabras como bobo, gay, amargado, lento…etc. De ello nunca me he preocupado y mucho menos enojado con las personas que más amo, como dice Luz Dary, es solo su lente que se encuentra empañado. Como en toda regla general hay dos caras; hay quien dice también que soy loco, relajado, demasiado exigente, también hay quien dice que soy un poco extraño, otros que soy indeciso….etc. Recuerdo cuando en un paseo a Yolombó, todos los amigos que viajamos, creo que tenía 11 años, nos reunimos para jugar, cuando se decidió, todos acertaron en que querían jugar “Pico Botella”, yo me hice a parte, simplemente observe y me divertí cuando todos con la obsesión de un beso, se empujaban cuando la botella lentamente iba deteniendo su ritmo circular, fue gracioso. INSTINTO CANINO. Sencillo, no fui parte de esta generación, pero observe y me reí, después de esto me dijeron Bohórquez, me reía con ellos y con mi hermano, y después me entere que ese era el apellido de un gay del pueblo, y aún así, me causo mucho mas risa, me reía del alias; que tenía un sonido muy divertido; y de lo estúpido que fui al reírme de mi.
Tampoco hice parte de aquella generación que en séptimo grado de bachiller se adentraron a “Probar” la marihuana. Creo que solo querían demostrar ante dos mujeres del salón, que eran “valientes”, después comprendí que no era valentía, simplemente era un acto cobarde dominado por una aceptación social al fin y al cabo efímeras. Mi mente siempre estaba al otro lado, observando su comportamiento, parecían animales en cortejo. Quise estar con ellos al momento de que probaran este alucinógeno, pero esta vez me toco simplemente escuchar las historias de cómo Avispa y el gordo probaron la desdicha de la discordia. Ese día ellos pelearon, nunca supe porque.
Estuve detrás de la generación, paralelo en el tiempo, cuando tener piercing era una moda, aún así muchos lo siguen creyendo. Recuerdo cuando estábamos reunidos varios amigos en una “recocha”, uno de mis primos le pregunto a uno de los amigos, “¿Por qué se hace uno un piercing?, el joven responde, como si eso fuera sugestivo, “parce, píllela(Obsérvela), ese huequito por donde entra el arete se ve muy bakano men”, mmm, mi primo salta y le dice, “Explícame que es lo bakano de tener algo en la boca, que no te deja hablar bien, no te deja comer bien, y no se ve, y el de la ceja que se ve no me parece nada bonito”, de nuevo una respuesta sugestiva, ”Parce te la tenes que soyar(Disfrutar)”. Mi primo me miraba como extrañado y no se había dado cuenta de que yo estaba igual o más aturdido que él, y dije que me explicara como lo hacen, “Parce, sencillo, vas a un chuzo (Local) donde hagan piercing y eliges donde hacerlo, después con una maquinita te hacen el hueco y duele mucho…” mi primo con cara de inocencia, reprocha, “vos pagas por eso”, “jajá” se ríe el joven, “claro hermano, pero el más caro fue el de la ceja”… Mi primo sacude su cabeza como tratando de que toda la información sea digerida por su cognitivo razonar… “¿Usted paga para que disfruten haciéndote sufrir?”. Definitivamente estábamos en tiempos equivocados.
Otra cosas que me saca una sonrisa es el hecho de pensar que tampoco fui parte de la generación que no podía vivir sin novio o novia, estas personas se sentían solas a pesar de tener muchos amigos, tampoco fui parte del que tener novia era una obligación en el circulo que andaba.
Una historia que me sorprende puesto que me ayudaron en la redacción:
“Era fin de semana estábamos desprogramados, pero había salido un plan para celebrar el cumpleaños de un primo, nada del otro mundo, una rumba de sala familiar en donde los padres son figuras ausentes o lejanas y parece que los hijos son los que mandan en casa.
Llegamos en las motos, mientras observaba el tercer piso algo me decía que no pasaría nada extraordinario allí, pero subimos, mas por vagancia y porque no había nada mejor que hacer. Había de todo, mujeres hombres, licor y drogas, yo tomo una cerveza pero las drogas no son lo mío, puedo pasarla bien sin ellas.
En una esquina estaba ella, la mujer rescatable de la noche, bella, con apariencia de ser “diferente” hablamos mucho, me atraía y hablaba de cosas diferentes, me convenció de que lo era, y yo la seguía a todas partes, todos estaban tan locos con sus drogas buscando desenfrenadamente con quien tener sexo. Para mí era distinto, no buscaba con quien tener sexo, buscaba compañía, de repente a ella le gustaba el primo, que estaba con la novia, por eso se escabullía de mi presencia, pero yo la buscaba y me seguía gustando. Los chicos bajaban al primer piso disimulando (al menos eso creían ellos) para entrar en “acción” con las chicas. La seguí a ella, para ver hasta donde era cierto tanta verdad acerca de que era “diferente”, la busque entre las parejas que estaban desnudas en la sala teniendo sexo, pero no estaba, al final rendido de buscarla quise marcharme y al pasar por el pasillo hacia la azotea, la vi a través de la rendija de la puerta de una habitación, estaba haciéndole sexo oral al primo, abrí la puerta para desenmascararla y ella extendía su mano y me invitaba, pero no era eso lo que quería de ella, no compartirla con alguien más, tampoco su cuerpo, lo que yo quería era su esencia, algo que me probara finalmente que las mujeres no son todas iguales y que hay algunas por quien vale la pena apostar la vida.”

Hay varias historias las cuales puedo contar desde la observación mas no de la acción, no hice parte de los bailes que hacían en el colegio, aunque asistí siempre esperaba a un lado a que mis amigos bailaran para seguir charlando. No hice parte del que fumo marihuana pero si estuve ahí, esperando a que sus acciones me hicieran sonreír. No hice parte del que probo las drogas, pero en dos ocasiones traspase el puente que dividía la observación y la acción. Nunca tuve miedo en pensar que las drogas atraparían mi ser y me consumiría en ese mundo, que aunque sea en el día, todos vivían como si fuera de noche, sin tratar la noche de forma peyorativa. Después de esto me devolví al lado que pertenezco, es una fuerza que me llama a estar apartado de esas cosas oscuras, fue como una soga amarrada de mi espalda que me hace volver al camino, si este es de tranquilidad, alegría, calma etc. Ahí estaré, no dejaré la soga. En varias ocasiones la estire mucho.
El nombre era curioso cuando en mi moto pasaba por muchos lugares y observaba como los machos hacían llamados a las mujeres, con piropos vulgares, con cara de perversión. Me reí pero también me causaba una aversión. INSTINTO CANINO.