miércoles, 17 de agosto de 2011

UN DIARIO AL VIVIR

Por el momento he aprendido que amar no es una palabra que se usa con todo el mundo, pero solo porque no todo el mundo la sabe utilizar; aprendí que la familia y los amigos son una base muy importante para la estabilidad emocional; que un amigo esta donde más lo necesite, así esté queriendo estar en otro lado; aprendí que no todo el mundo es capaz de ser buen amigo, aunque todos seamos capaces de decirlo; aprendí que cada uno quiere tomar a Dios a su gusto y no al agrado de Dios; que todo el que escribe debe tener su razón pero no será la razón del que la lee y que por eso no lo hace poco inteligente ante el que escribe. Aprendí que casi todas las madres quieren lo mejor para sus hijos, aprendí que esa es mi madre; aprendí que los hermanos pueden estar ahí en las buenas pero también es opcional si están en las malas, así como el resto de la familia; que cuando alguien me exige hacer algo, es que guarda un temor de hacerlo; aprendí que el que miente es como el que roba y por eso todos hemos sido ladrones y que es posible devolver lo que robamos pero no a todos nos nace hacerlo.
Que debo aprender de los errores de otros, no por miedo a vivirlos, sino, que no podría vivir lo suficiente para cometerlos todos; que puedo pensar con la cabeza, la razón o hasta con rabia, pero que a otros les debo hablar con el corazón; que no escogimos la cara que nos toco, pero si la cara que ponemos; que nuestro pasado construyó mi presente y que estoy construyendo mi futuro, igual somos responsables de lo que construimos. Que debo arriesgar, algunas veces necesitare quien ponga un huevo.
He visto que los niños quieren ser adultos y los adultos niños; que los viejos se arrepienten más de lo que no hicieron que de lo que hicieron; que las cosas que hago no será agradable para todo el mundo y que siempre habrá alguien que discrepe con lo que hago entonces me limito a hacer lo que yo quiera, igual siempre a los ojos de otros será anómalo. Que la moneda de oro tiene una cara oscura y que siempre la podemos tirar; no olvido que esas dos caras son de la misma moneda y no siempre nos mostrara la que brilla…
Hay que tomar la vida por el mango, hay que permitirnos reír y cantar. Planea, construye, idealiza formas de divertirte, son propósitos vitales. La vida se vive una vez y me temo que la mayoría esta cansados de escuchar estas palabras, pero me da más temor que la llegaran a olvidar. Usa mejor el tiempo, no dejes que el tiempo sea como el reloj de arena que empieza a gastarse pero no puedes regresarlo.
Somos culpables de lo que nos sucede, somos los arquitectos de nuestra vida, los que aceptamos sufrir o ser feliz, si fuéramos conscientes de esto, estaríamos más dispuestos a no ser los amargados del paseo, los mas afligidos, los que más nos quejamos, no es un camino a la felicidad, pero si un paso más a la tranquilidad. Aprendan de sus fracasos. Muy rara vez la carencia de fracasos es una señal de excelencia. Suele ser más bien, una señal de excesivo temor, de poca ambición, de aversión al riesgo; “…el hombre que huye de lo que teme acaba comprobando que sólo ha tomado un atajo para encontrarse con ello”

La alegría bien ordenada empieza por nosotros mismos. Delfina Acosta

martes, 4 de enero de 2011

LOS LADRONES TAMBIÉN VAN AL CIELO

Aunque el corazón le palpitaba a mil cada que estaba esperando el cliente del día, Juan ignoraba a su agitado corazón y se enfocaba en su meta, había hecho esto desde que era un niño. En su casa siempre escuchaba que el fin justificaba los medios y que para ser alguien en la vida había que tener plata, de su padre aprendió que los ricos que no compartían su dinero había que obligarlos, y que eso no era robar sino justicia, repartición de bienes de acuerdo a la ley de Dios, como decía su madre, y como los ricos no creían en otro dios que no fuera el dinero, tocaba así, tocaba a las malas.


Aunque siempre se inquietaba cuando se daba cuenta que mientras más le quitaba a los ricos menos tenía, y más tenían ellos, esa parte de la ecuación no la entendía, pero se la atribuía a su ignorancia después de todo no había podido tomar clases de algebra. Una alegoría ecuánime convertida en esqueleto social.


El cliente salió del banco, venía acompañado de su amigo Mario, ambos se subieron a la moto y emprenden la huida como si la superstición o intuición les acosara con lo inevitable; no era de menos sospecharlo en una ciudad dominada por el caos de la delincuencia organizada, donde como en muchas ciudades, nos hacemos de la vista gorda; Medellín donde no se sabe la ruta pero se avanza cada día; ciudad de doña Marta, doña Tere, de la arepa, del pues, del eavemaría, del hijuemachica, del azadón y del machete; del carriel de nutria y del sombrero; de las comadres y los parceros; berracos que preferimos aguardiente y nada de whisky; alardeamos de lo que somos y no de lo que seremos; el acento montañero y sin protocolos; la mula y no el mercedes , la aguapanelita y no el cereal, los frijoles y no el ceviche, ser arrieros que pilotos, alpargatas y no Adidas, ruana, poncho y camándula.


Juan observa su trofeo y como ave de rapiña comienza a seguirlos de cerca en su moto hasta que Mario se bajó y le entregó el maletín al conductor de la moto, pero este se la devolvió y le pidió que se la llevara con él. Juan siguió a Mario que para entonces tomo un taxi hasta la empresa donde esperaría a su amigo; lo alcanzó en un semáforo que lo hizo detener y así le fue más fácil arrancarle el maletín y acelerar hasta desaparecer de la vista de Mario, que después del episodio estaba asustado.


El botín tenía más de dos millones de pesos, y un libro, y Juan que nunca había sido hombre de letras lo puso sobre la mesa de comedor de su casa junto a un pocillo que tenía un poco de café y a un plato con lo que parecía ser un trozo de una arepa untada de mantequilla.


El padre de Juan llegó para el almuerzo y lanzó el libro a una silla de la sala para que no le estorbara porque tenía hambre y quería comer.

El libro lo miraba desde la silla, temiendo por su suerte porque sabía que en esa casa le esperaba la hoguera, el basurero, o lo que era peor, podrían mandarlo a reemplazar el papel higiénico.


Por la tarde llegó la hermana de Juan, una plasti pobre que se creía de mejor familia porque su hermano le compraba la súper pinta con la plata que conseguía en sus trabajitos, y que ahora hace parte del grupo de las prepagos emergentes de la ciudad. Observó el libro y repasó sus páginas como jugando con él, pensó que ese libro le daría categoría y se lo llevo a la habitación que compartía con sus dos hermanitos menores.


Por la noche Jonathan el hermanito menor vio el libro en la cama de su hermana y pensó que ese libro era inusual en esa casa y preguntó “¿y este libro tan raro de quién es?” y el libro pensaba que su suerte empeoraba en el momento en que Jonathan puso sus ojos sobre él.


A los dos días Juan regresó a casa preguntando por el libro, pensó que lo podía vender en la librería de don Milo que pagaba bien por esos libros modernos cuyos títulos solo entendían los universitarios. Pero nadie encontró el libro. En el cajón de los juguetes del pequeño Sebastián el libro pensaba que ese era mejor lugar para él, que el baño de aquella casa; haciendo “locha” mientras las hojas del calendario eran arrancadas y él envejecía lentamente.


La mano de una mujer hurgó entre la caja, y el libro se despertó de un largo sueño, la mujer miró el libro y abrió sus ojos con agradable sorpresa, lo limpió un poco y lo metió en una caja donde el libro se sentía en su piel porque estaba acompañado de los mismos vecinos que había tenido en la librería de donde lo habían sacado hacia ya varios años, la mujer se llevó la caja y el libro estaba feliz, había superado la prueba y no había tenido que reemplazar ningún papel higiénico. La mujer llegó a una biblioteca y le contó a su compañera que el barrio de los niños pobres le habían donado esos libros, y puso el libro en la estantería.


A la semana siguiente un hombre entró en aquella biblioteca y tomó el libro en sus manos, el libro reconoció aquellas manos, eran las de Juan, pero ¿Qué hacía que a Juan ahora le interesaran los libros? Juan leyó en la portada del libro “una nueva tierra” y supo que ese libro formaba parte de su proceso de recuperación, se lo llevó consigo a la celda donde tendría que pasar algunos años y nunca más se quiso separar de él; pagó con trabajo por el libro quien se fue a vivir en su celda con él, y a enseñarle como vivir en la nueva tierra que le esperaba cuando su condena terminara.


“Alguien que posiblemente no puede pagar por él y Dios tiene métodos misteriosos para darnos las cosas…”


Observamos mal los problemas cuando creemos que todo ha sido en vano, sin pensar en que hay algo de divino en ello, que las cosas suceden con un fin, algunas veces no las vemos porque NO estamos acostumbrados a perder; “Quienes no logran ver más allá de la forma se encierran todavía más en sus creencias, es decir, en su mente.” Eckhart Tolle.


“Si entendemos de manera más profunda las religiones y las tradiciones espirituales antiguas de la humanidad, encontraremos que debajo de las diferencias aparentes hay dos principios fundamentales en los cuales convergen prácticamente todas. La primera parte de esa verdad es el reconocimiento de que el estado mental “normal” de la mayoría de los seres humanos contiene un elemento fuerte de disfunción o locura.”


“En la actualidad estamos presenciando un surgimiento sin precedentes de la conciencia, pero también de atrincheramiento y la intensificación del ego… Algunas iglesias, sectas, cultos o movimientos religiosos son básicamente entidades egoístas colectivas identificadas tan rígidamente con sus posiciones mentales como los seguidores de cualquier ideología política cerrada ante cualquier otra interpretación diferente de la realidad”


Hasta una piedra, aunque más fácilmente lo harían una flor o un pájaro, podría mostrarnos el camino de regreso a Dios, a la fuente, a nuestro propio ser.

Eckhart Tolle


Luz Dary Jimenez Monsalve - Diego Alejandro Monsalve Rua


jueves, 7 de octubre de 2010

LA HISTORIA DE UN CONVENTO




Hace poco leí un texto llamado Noticias de un convento frente al mar de Germán Espinosa haciendo un resumen que quiero compartir con los lectores para mostrar un poco el erotismo que presenta su autor.

"Aquello de que creemos capaces a otras personas da la medida de nuestra propia capacidad" (Tomada de Noticias de un convento frente al mar)

La historia comienza con el relato de la propietaria ya anciana de un prostíbulo, que narra sus vivencias lésbicas cuando joven, ubicadas en un convento. Un convento en el que de entrada se me torna como un lugar sombrío puesto que la lectura me lleva a un lugar cerca al mar, donde las olas irrumpían en las rocas creando así un lugar desolador y poco consolador para un alma triste y que busca un crecimiento supuestamente espiritual, donde el moho, aparte de estar en las paredes rocosas del convento, pareciera estar en el corazón de las hermanas. Este lugar que no es preciso de oración y desapego a lo mundano, si no, en lo personal, es más un elogio a la homosexualidad y desfachatez observado desde un lado oscuro y oculto.

Cuando era niña vivía en una tranquilidad y claridad de todo niño, salvo a la muerte de sus padres. Criada bajo creencias católicas, sus tíos, después de la muerte de sus padres, ofrecieron a las carmelitas un jugoso donativo para que recibieran a la joven a sus 17 años con tal de quedarse con la herencia que a ella correspondía. Estando en este claustro en contra de su voluntad. Tal vez por el dinero que aportaban sus tíos, las monjas no vigilaban a la chica, ni se preocupaban por su crecimiento personal ni espiritual, solo la lavandera que ya vieja apostaba por la novicia y se atrevía a vérselas, si fuera necesario, cara a cara con el mismo diablo.

La proxeneta recordaba su primer semestre en el convento y sus lugares; el patio donde se creía poder pasar las horas aislada del mundo y con una transitoria tranquilidad observando a la hermana Nicolasa quien se había convertido, después de mucho tiempo, en inventario del convento y quien se encargaba de la pureza de los hábitos y las vestiduras de las novicias. Me refiero a hábitos aclarando que esta vieja lavandera se ocupaba del aseo, no solo físico, de sus prendas, si no, de la limpieza interior de la novicia, imagino que no solo fue con ella sino con todas las novicias de las que sentía que el mismo demonio se estaba apoderando, procurando mantener en pie al convento. Cuando la joven era tan solo una novicia, en una tarde en que estaba en el patio para distraer la mente, la hermana Nicolasa parece advertirle no solo con una mirada sino, con una frase que ella no entendía del todo, queriendo tal vez decirle que se aproximaba una guerra espiritual, o tal vez, hacerle culpa de una futura profanación pero que, aunque encargada de la limpieza, no estaba en sus manos evitar, al menos no en el momento.

Este claustro era más que una clausura ya que había muchas reglas religiosas que hacían de este lugar una cárcel voluntaria, en el caso de ella, en contra de su voluntad.

Un día cuando descendía de un árbol, la hermana Helga se acerca y le ayuda a descender deslizando sutilmente uno de sus dedos entre su vestido hasta hacerlo desaparecer en su vulva, Despertando en ella a la mujer domesticada hasta entonces nuevas sensaciones abordaron a su cuerpo, la piel despierta y todos sus sentidos gritando, los mismos que ella ignoraba que existían, como si el mismísimo demonio estuviera ahí para hurgarle cualquier sentimiento de desprecio por el sexo y se empeñara en satisfacer todos sus más bajos deseos carnales. De ahí, esta joven se enamora perdidamente de Helga y juegan muchas noches despertando en el espectro del claustro, repentinos deseos sexuales; juegos que despertaban en la joven toda clase de pretensiones y de ambiciones sexuales colmando su apetito con repentinas masturbaciones, haciendo que cada encuentro se tornara como si fuera su primer encuentro sexual.

Pero ahí estaba Nicolasa, imponiéndose siempre, queriendo pelear contra lo que ella creía que era estar cara a cara con el diablo. Haciendo esfuerzos sobrehumanos para vigilarla, se quedaba fuera de su cuarto tratando de hacer que su camino en el claustro sea más espiritual que sexual. Esta vieja lavandera gasto todas sus energías imponiéndose a los encuentros eróticos de estas dos mujeres, por tanto dedico día y noche a vigilarla, y en consecuencia de esta vigilancia, cae moribunda. Mientras tanto Helga no pierde su tiempo y ya se encontraba al asecho de otra novicia recién llegada, esta seducción hacia que la joven se sintiera con despecho y no sé si intencionalmente, pero creyendo que si, la joven compartiría su resentimiento con el joven que atendía su guardiana ya moribunda, el joven no tenía ni idea que las consecuencias de este desaire dispuesto por Helga le iban a repercutir. El joven médico que se dedicaba a velar por la salud de Nicolasa y que después se encontraría en el campanario de la iglesia donde es desnudado por la joven en despecho haciendo de esta, la primera vez que veía la erección de un miembro masculino. El joven médico es descubierto desnudo, apenado y con frio, tapando su pene mientras miraba que la joven novicia tocaba sin parar las campanas del convento como si quisiera aturdir a su moribunda guardiana para poder despertarla de su profundo sueño. Las campanas retumbarían hasta el prostíbulo en el que recuerda la historia de su acto lésbico, en aquel convento carmelita donde sin ninguna vergüenza, despojo sus miedos para entregarlos al más fantasmagórico deseo; este convento que después de que Helga le subiera a los placeres eróticos que daba el sexo, se convertiría en el mejor castillo principesco donde se sentía en un sueño que a su edad despertaba el más puro amor, sin haber conocido si el acto heterosexual le produciría el mismo placer que desencadenaba Helga.

Se evidencia que la joven termina como dueña de un prostíbulo pero me crea la duda de que pudo ser de aquella Helga; tal vez hubiera vivido el resto de su vida en el convento conquistando a jovencitas novicias enseñándoles desde un punto lésbico, me hace recordar la palabra Safo y que en mi consulta verifique que era una poetisa griega la cual enseñaba entre otras cosas a recitar poesías a sus alumnas y a muchas las enamoraba. La Safo de esta historia indudablemente era Helga, que con sus desdenes al claustro hacia de este lugar un templo para el sexo y el engaño prodigando su deseo homosexual. También pudo ser que se canso de no emprender sus ansias viriles que solo lo podía saciar con un miembro masculino y se escapo en aquel barco camaronero imaginándose que estaba lleno de hombres con los que pudiera satisfacer sus deseos sexuales. La Safo de Lesbos mencionada era Helga y su Lesbos el convento.

“A los rebeldes y a los soñadores una vez cumplidos nuestros más caros sueños solo nos queda el desamparo y la resignación” (Tomada de Noticias de un convento frente al mar)


jueves, 5 de agosto de 2010

COMCEL

Desde que me robaron los papeles de identificación en Neiva, se ha vuelto un tormento tratar de que no envuelvan mi identidad en deudas y en delitos. Hace algunos días llamaron de la Fiscalía para responder algunas preguntas, pedí al cielo para que no me hicieran preguntas de personas que conociera, me aterraba la idea de saber que podía implicar a alguien en alguna investigación. La idea que rondaba por mi cabeza era que en varias ciudades del país hubiera una lista de deudores morosos y ahí estuviera yo. Me preguntaron por algunas personas que la verdad nunca he conocido ni siquiera porque buscara en el vagón de mi memoria a largo plazo. Me preguntaron que si conocía un numero el cual me dictaron rápidamente pero tampoco lo recordaba, intuía que lo que decían tenía que ver con unas llamadas, esa fue la siguiente pregunta a la cual respondí que solo por COMCEL tenía un número y era en un plan prepago. El fiscal me dijo que la investigación la estaban llevando en un pueblo lejos de la capital de Antioquia, y que a él solo le habían autorizado hacerme las preguntas pero no decirme en qué consistía la investigación. El tema quedo ahí.
Hace poco, a la hora de pagar mi semestre, traté de acercarme a las entidades que hacen los préstamos para mis estudios sin resultado alguno. Me dijeron que estaba reportado en una de las centrales de riesgo. Me fui a DATACREDITO y me dijeron que estaba reportado por COMCEL. Cuando fui a COMCEL me dijeron que tenía una cuenta por pagar y que tenía un buen tiempo de mora y que si no era mía, podía hacer una negación de línea. Hice todo el procedimiento y la investigación interna que hicieron tuvo como veredicto que no era yo el dueño de dicha cuenta.
Un poco trastornado me siento a pensar como hace una compañía tan prestigiosa como COMCEL para solucionar un problema de tanta gravedad para las personas, pero que para ellos puede que sea el pan de cada día. Si esto es así, deberían ser más estrictos con todos los procesos para que los requisitos funcionen para todos por igual, tanto en la ciudad como en las zonas rurales. En cada oficina que reporte una línea con documentación falsa, se le debe exigir al administrador que todos pasen por el proceso, tanto de verificación personal como la de tener más referencias personales para verificar los datos entregados. ¿Sera que es tan fácil sacar una cuenta en Pos pago? Pues me di a la tarea de averiguar y es tan fácil como ir al supermercado y hacer fila para pagar un producto. Piden la fotocopia de la cédula e investigan si el número está reportado en alguna central de riesgos. Ellos hacen este proceso de investigar por algún contrato “Convencional” en el cual no necesitan sino el número del documento de identidad. Intente consultar mi propio número de identificación desde un computador y exigía digitar un sin número de cosas, como numero de teléfonos que relacionan al propietario de la identificación (fijos), en que bancos ha tenido cuentas y un montón de preguntas que ponen en duda la respuesta, no pude consultar si estaba o no en la central de riesgos. Como quien dice mientras a mí si se me obliga a ir personalmente a consultar mi estado, algunas entidades solo necesitan el número de mi identificación.
Personalmente creo que estas cosas nunca van a cambiar; el robo, el engaño y todas las artimañas existentes para sacarle provecho a un servicio que se puede obtener gratuitamente no importa si puedo hacerle daño a alguien que se conoce o no. Pero ¿Por qué COMCEL no verificó esto? ¿O será que sus funcionarios si lo hicieron y alguien fallo en el proceso? ¿Será que basta con solo una carta que llega a tu casa diciendo que ellos aceptan que si he sido víctima de suplantación de identidad? ¿Será que si viniera con una firma personalizada y no con una en serie que hacen para miles de copias me hubiera sentido más satisfecho con el compromiso de COMCEL por reparar el daño del cliente?
Un poco de disertación a la hora de hacer las preguntas respectivas y que la persona que aparezca en la fotocopia de la cedula que presentan, también lleve la original para constatar, si este es el proceso normal. ¿Qué pasa COMCEL con las oficinas de donde se reportan estos incidentes?

jueves, 29 de julio de 2010

CANCER EN EL ALMA

Mi familia está pasando por una crisis, ya que uno de sus pies tiene quebrantos de salud. Quise decir pies porque son las personas en las que se apoya el estado emocional de la familia; mis tías abuelas. Por ser la generación más alta de la familia muchos giran alrededor de ellas.

Una de ellas, de las tía abuela, vive en mi casa, apostándole a la vida, o simplemente esperando morir. La otra, en estos momentos, yace en un hospital de Cali apostando a vivir, aunque en nuestra familia ha existido una enfermedad común, ese cáncer de la ausencia emocional, o la expresión de la misma, hace que en estas circunstancias los rencores se prescindan o simplemente se guarden para otra ocasión. Mi tía abuela conoció la parte tosca de mí, no he tenido la oportunidad de remediarlo, tampoco ninguno de los dos lo buscamos, lo que sí es seguro de mi parte es que no quiero que alguien en la familia tome algunos criterios de mi por dos o tres momentos que compartimos. Ella viaja para visitar a su hermana en mi casa, y en alguna ocasión llego, con algunos regalos en su bolso y con un saludo efusivo. No sé porque tuvimos un dialogo donde se me olvidaba que era mi Tía abuela, con ese título no hacía falta de observar sus canas para haber respetado sus palabras. Tal vez fui egoísta en dedicarme a defender solo lo que yo quería y no lo que la familia pretendía.

No siempre lo que pensamos se toma como bueno para la otra gente, solo es un punto y es subjetivo, ese cáncer del egoísmo atrofia los pensamientos y no nos hace ver más allá de lo que pretendemos, no vemos lo que intenta hacer el mundo exterior. El cáncer de la falta emocional que porta mi familia está alimentada por muchos acontecimientos de odio, peleas, gritos y llantos, quizás hice parte de ese alimento, le di de comer a ese monstruo que sigue acompañando la familia por parte de mi padre, ese que pone más largas las distancias que el mismo asfalto.

Pienso que tal vez estamos empeñados en cultivar solo la afectividad como padres con nuestros hijos y escasamente la de hijos con padres; nunca la afectividad desde otro punto de vista; tíos con sobrinos, primos con primos, primos segundos con primos, hermanos con hermanos… y todas las relaciones afectivas que se pueden crear en el entorno de la familia reforzada por el respeto a cada uno de los integrantes, sus pensamientos y sus creencias políticas o religiosas; esas, no sé la razón pero, son las más básicas para dañar una relación afectiva.

Quizás cuando algún día muera mi tía abuela no vuelva a tener contacto con su hija, o tal vez cuando su hija muera no volveré a saber de su nieta o que su bisnieta nunca sepa de mi; están en un país donde, si no tienes algo fuerte que te enlace para volver, te olvidas de tus raíces; en ese país los lazos afectivos son los que están morando contigo. Esa es la imagen que proyecta, para mí, ese país.

No expresaremos de igual forma nuestra afectividad de pareja con mi vecino, pero deberíamos abogar para que los actos sean acompañados de un bien común, que enlacen un rio de buenas obras como en la película “cadena de favores”, no solo con nuestros familiares, sino que el rio se desborde y también unte a todas las personas. Así como todos comparten sus tristezas, también compartan la alegría, no solo en la intensión esta las buenas obras, sino en los hechos transportados a la realidad.

No son esas células malignas las que destruyen nuestra alma, es el cáncer de las malas intensiones, de las mentiras, pues no le estaremos haciendo daño a alguien sino que estaremos cultivando un lodazal para nuestras vidas.

La claridad es una meta que todos, hasta involuntariamente, buscamos; si escondemos lo que siente el alma nos mentimos a nosotros. Las mentiras solo son el fardo de las verdades… y ellas no siempre estarán ocultas…

De los que no conozco, de los que se unen a mí por medio de algún lazo invisible, mis mejores deseos y que Dios los bendiga.


jueves, 22 de julio de 2010

SOLO PARA DIOS

"Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos."

Han encontrado en mí muchas falencias, pero son relativas, no todos piensan lo mismo. Recordando el camino desde la primera vez que fui a una Iglesia Cristiana, repasando todo esto, se me vino a la cabeza como fue ese primer día que en verdad me hablaron de Cristo. Con recuerdos muy vagos, creo que tenía ocho años, también creo que muchos creían que se aprovechaban de mi inocencia para llevarme a este lugar. Ahora con 25 años, la inocencia sigue siendo la misma. Recuerdo que la abuelita de Maria nos invitaba, tampoco supe porque mi madre, tan entregada a su religión, permitía que nos llevaran a la iglesia cristiana. Doña Antonia nos recogía antes de las ocho de la mañana porque había que estar temprano para las clases de Batería. Cuando llegamos a la iglesia, nos sentábamos mientras comenzaba una alabanza y una entrega, que siempre desde mi punto de vista me quedaba perplejo, no entendía bien la sazón que Dios me estaba dando de conocer sus palabras. Linda, así se llamaba la niña, de 18 años aproximadamente, que nos daba la clase en la escuela dominical. Siempre me atraía su sonrisa y su mirada, hasta entonces no veía, en las chicas de su edad, esa tranquilidad que inspiraba. Linda siempre nos miraba fijamente para cuando el grupo de alabanza terminara guiarnos hasta el salón. Siempre nos hacia juegos didácticos, nos hablaba de las majestuosidad de Dios. Siempre le creí pero nunca puse atención a las ilustraciones que nos daba en unas copias, siempre me maravillaba la alegría con la que se expresaba. Linda nunca se enojaba con nosotros, si uno de nosotros hacia algo incorrecto simplemente lo hacía para al frente y decir una oración, y como a todos nos daba pena, era suficiente para hacernos entender lo que quería de nosotros.

Recuerdo que Camilo, otro chico de mi edad que asistía con nosotros, tampoco de familia cristiana, se encargo de mostrar a todos que él era cristiano. Se compro una biblia, siempre se sentaba en su casa y le hablaba a los amigos de su edad, 2 meses después lo llevaron donde un sacerdote católico que para que volviera a los caminos. La verdad me parecía chistoso al saber que mi amigo era llevado donde alguien porque estaba supuestamente perdido. Algo relativo desde que punto de vista se ve cual es el camino. Camilo llego diciendo que los cristianos estaban locos, era niño y es más fácil convencer a ellos cuando chicos que cuando adultos, son como un cuaderno en blanco, solo tienen espacio para escribir. Le pedí la biblia y me dijo que me la vendía, como la economía en mi casa era escasa pues solo vivía con mi madre y mi hermano, le dije que no tenía plata, entonces prefiero archivarla.

Un día linda no volvió a dar las clases, nunca supe porque, jamás la volví a ver.

No recuerdo cuanto tiempo asistí a la iglesia, pero un día, me enviaron de paseo a Yolombó, como todavía no podía tomar decisiones en mi vida, busque en silencio una iglesia, solo necesitaba sentirme tranquilo, no tenía que ser de lujo, no tenía que ser la más grande, no exigía nada, simplemente que estuviera tranquilo.

Recuerdo cuando llegue a Medellin, me hicieron lo mismo que le hicieron a Camilo, nunca le creí a la persona que me enviaron, pero ya no podía asistir a la iglesia porque no dejaban que doña Antonia se acercara. Pasaron unos años para reencontrar personas con las que compartí momentos de tranquilidad, eso sentía de niño, tranquilidad.

Como siempre, la escases en la facilidad de hacer amigos, me mantenía alejado de algunos círculos sociales. Un día, ya con decisión y sin que nadie influya, entre a la misma iglesia, pero ya no era lo mismo. La gente me miraba extrañamente y me hicieron sentir intruso. Como era joven todavía para entender que no todos me tratarían como esperaba, decidí no volver a acercarme. En otra ocasión entre a otra que era muy grande, y pase desapercibido, excelente me dije, nadie sabe quién soy y no todas las miradas iban a apuntar hacia mí. Fui varias veces como por seis meses, solo los sábados.

Paralelamente me habían invitado a otra iglesia, pero no, no llenaba mi expectativas, o sea, mi tranquilidad, entonces fui muy pocas veces. Cada vez que iba en mi moto y veía una iglesia, entraba, observaba mi tranquilidad y si me sentía bien, volvía a los ocho días.

James me invitaba a unas iglesias en Medellin y varias veces lo acompañe, había una que me gustaba mucho y después de que no volví a saber de él por un tiempo, fui como dos veces no más.

Un día, vía virtual, me invito a una iglesia lejos de Medellin, casi siempre le decía que no, siempre le decía que no podía aunque al final era una simple excusa. El día que me anime a ir con él… cambio……..

Un día me dedique a complacer a la gente, hacer las cosas que todos quieren que haga, olvide por completo complacer a Dios.

Es muy diferente escucharlo, es muy diferente hablarlo, vivirlo, es más que sorpréndete.