En muchas ocasiones me he sentido tan agobiado que asimilo, o al menos trato, y llego a la conclusión de que no he sido el ejemplo a seguir, no he sido el mejor hijo, no he sido el mejor hermano, no he sido el mejor sobrino, no he sido el mejor tío, no he sido el mejor nieto, no he sido el mejor amigo, nunca he intentado ser el mejor compañero ya que si no has traspasado aquella barrera que separa el compañero del amigo, simplemente sigue siendo compañero. En otras ocasiones no tengo la necesidad de asimilar nada, porque siempre está el que te recalca, el que te dice que eres el peor, el que te recuerda que mal hermano eres, mal primo, mal hijo etc... Ya hoy me cansé. Ahora quiero que sigan diciendo que soy todo eso, ahora sólo mi guitarra me acompañara, aunque también me diga mal interprete. De pronto exhorto con ésto algunas cosas de mi familia. Cuando estaba chico, vivía con mi mamá y mi hermano, todo era tan bello, aquellas peleas eran efímeras. Mi madre llegaba cansada y con grito tierno nos enseñaba muchas cosas de la vida. Me enseño a amar a mi hermano,eramos lo unico que tenia. Al tiempo mi padre se sumo a la lista, por razones personales no quiero decir ni explicar el motivo de su ausencia. Cuando estábamos en aquel hermoso mundo, Yolombo, era rico, tenía una madre que nos demostraba; y eso reflejaban sus actos y palabras, el amor maternal. Mi hermano, mmm, que hablar de mi hermano, estaba ahí para defenderme, para hablarme, para inventar juegos cuando estábamos acostados, para regañarme, para robar mi helado para gastar mi merienda. Todo era tan bello.
Ahora, 20 años después las cosas han cambiado, me siento a observar y encuentro que todo está caído. En el colegio mi hermano, aunque en algunas ocasiones me defendía, no sé si era su forma de demostrar cariño, se apartaba de mí, empecé a perderlos, perdí a lo que era una madre, perdí a lo que era un hermano. Muchas veces siento que simplemente están esperando un pequeño motivo, lo más ínfimo, para levantar su puño y demostrar todo lo que dicen sentir por mí, aunque no lo dicen uno a veces intuye que aquellos lazos familiares son acompañados de cariño. Con mi hermano, es simplemente poner una pequeña palabra en mi boca, algo insignificante que lo moleste y le dan ganas de mostrarme lo fuerte que puede ser. Hablar con ellos se torna tan complicado, siento en sus palabras las ganas de exaltarse y desquitarse con mi cuerpo, simplemente eso. Lo que creía que era bueno, era bueno, pero al compartir con mi familia se me trocaban los significados, resultaba que lo que hacían ellos estaba bien, y lo que hago casi nunca está bien. Se me torna ambiguo cuando pienso en lo que significa mi buen hermano, en mi buena madre, en mi buen primo, en mi buen padre, en mis excelentes tías... cuando vociferan lo despectivo que puedo ser, me confundo y me toca buscar un diccionario, o simplemente wikipedia, para saber qué es ser bueno, y que es no ser tan bueno y en medio de todo lo que asimilo me doy cuento que no estoy errado, el concepto es problema de fondo, no de forma. Ya ni siquiera me preocupa si lo leen o no, no me preocupa si se alteran, de igual manera siempre van a buscar un motivo.
Mi hermano se encerró en su nueva familia, ya parece que no tiene madre, y no estoy seguro si piensa que no tiene un hermano pues no creo que lo considere. Mi madre en sus novelas, puede pelear con todos simplemente porque no la dejan ver. Y mi padre, que decir de él, se enoja al hablar duro, se enoja si todos están callados, ya todo lo altera.
En mis viajes continuos a Marinilla, un largo camino, con un mp3 que nunca me funcionó, al rodar mi moto, en ese silencio que produce el aturdimiento de su motor llegan a mi mente muchas cosas, y creo que todo lo que tengo está sobre los rines de ella, creo que mi “familia” aquellos que dicen ser mi tío, mi madre, mi padre, mi hermano, mi primo, simplemente lo toman como un título que les tocó, no como un sentimiento que debería despertar, como decía antes, cosas que se creen estar en la memoria, pero están en el corazón. Un día duermo donde Andrés, otro día donde Jefferson, otro día en Copacabana, en la iglesia de Marinilla, otro día en mi “casa”, ese vacío que deja el tiempo es grande cuando en muchas ocasiones se siente solo.
Mi padre, mi madre y mi hermano, si alguien los encuentra por favor díganme, doy mi guitarra, doy mi moto y doy mi vida simplemente por tener una familia. Mi madre y mi hermano, mi reino por recuperarlos.
Aunque llegando a la conclusión de que ellos se enojen y sigan haciendo lo que dicen que no hacen, “no hablar”, creo que eso me ha hecho tan fuerte, el corazón se ha tornado con tantos callos y ampollas que me han hecho salir, solo, de esas tristeza que da la ausencia de la familia.
huy parce que sentimiento y que inspiracion vacano me gusta
ResponderEliminarNo te dejes confundir, el amor tiene muchos disfraces las oscuras imagenes que te proyectan son solo una ilusion, hay que quitar el velo y dejar salir el amor, asi que dedicate solo a amar, el resto llegara despues.
ResponderEliminarSigue purificandote con tus letras, tienes la habilidad para ello aprovechala, Felicitaciones por este relato a vena abierta.
Hola Diego, se nota que tienes muchas cosas por compartir y escribirlas es somatizarlas con palabras, es exorcizar los recuerdos para poder capturarlos y compartirlos. Me gustaría saber más de tu música. Adelante!
ResponderEliminarEscribes muy lindo primito Dios te bendiga y te siga llenando de sabiduria.......y que alumbre siempre tu camino para que en él encuentres personas maravillosas las cuales sean motivos de tu inspiración..........
ResponderEliminarTu sabes que este no me guta!!!! tal vez soy muy sentimental jijijiji, pero bueno... te quiero.
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