Camila, aquella niña de la calle, hasta hoy creí que lo era. Cuando mi moto recibía el día con el pie izquierdo me tocaba dejarla parqueada afuera de mi casa y dirigirme al trabajo en metro. Llegaba a la estación Universidad y al encontrármela de frente siempre me seguía hasta el trabajo, le comentaba muchas cosas, nunca contesto pero sé que le agradaba escucharme. O simplemente era el interés de que cuando llegaba a la empresa le daba algo de comer, pero me agradaba la idea de sentirme escuchado sin que digan que están, o no, de acuerdo.
En otras ocasiones llegaba a la empresa y ya me estaba esperando para que le diera algo de comer. Siempre intentaba evadir algunas funciones de la empresa para sacar el tiempo y darle de comer a ella. Cuando le daba jamón, se lo daba por pedazos y cuando observaba que ya en mis manos quedaba el último pedazo se iba con una simple mirada de agradecimiento. Esta es la misma historia hace más de un año en la empresa. Hoy llegó su dueña a la empresa a decirnos, de forma sarcástica, “se murió su mascota” a lo cual el portero responde sorprendido que cual era la mascota de nosotros, y ella responde, nuevamente en un tono sarcástico, “pues la perra que todos los días le daban comida”, “ah, Camilita?” responde el portero, “como la quieran llamar” grita la señora, nos dice la señora que “el sábado no quiso comer, venía con nauseas, después al día siguiente la llevamos al veterinario pero no alcanzo a llegar viva”. El veterinario determino que tenía una ulcera, que de ello había muerto. La señora nos dice muy alterada que fue culpa de nosotros, la verdad es que ya es difícil remediarlo o saberlo, pero se sintió alegre con nosotros.
Quiero empezar a mostrar partes de mi vida, desde mi lente social “los demás nos ven con su lente, si su lente esta empañado nos ven distorsionados, y eso tampoco es su culpa, es solo su lente, comprenderlo y aceptarlo es saludable” (Prima). A veces no sé porque lo llaman sociedad si cada vez nos comportamos como animales. Siempre confundo ser humano con el animal, siempre estoy pendiente de ello, busco en el diccionario o más rápido en wikipedía, que no se me vayan a trocar los significados, no por miedo a que me confundan con un animal, sino porque no sabría como rascarme las pulgas.
“Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso, porque el verdadero enemigo está en la creación de una mentalidad gramofónica repetitiva, tanto si se está como si no de acuerdo con el disco que suena en aquel momento. (Sacado de Rebelión en la granja-George Orwell)."
Camila, aquella perra callejera, que se volaba de su casa a pasar buenos ratos, corriendo, mordiendo, pidiendo, durmiendo… para después llegar a su casa y disfrutar con su amigo, fue enterrada con todos los honores, se la llevaron para su pueblo y allí la sepultaron. La verdad, a todos nos dejo sorprendidos. Tal vez por temor a que nuestros comportamiento nos lleven a la tumba en la más completa soledad. Siempre quise escribir sobre ella y estaba esperando el momento preciso para tomarle la foto y poder mostrarla. Aunque en mi lista no seguía Camila, fue su turno, en honor a su grandiosa vida.
martes, 25 de mayo de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
TRÁFICO AÉREO
TRÁFICO AÉREO
Últimamente hablo con personas que nunca han conocido la faceta de “Escritor” aficionado. También he hablado mucho con alguien que no conocía, sabía su nombre, sabía vagamente su ubicación, la de su hija, la de su madre y qué relación familiar nos unía. Aún no hemos compartido mucho, está demasiado lejos, Luz Dary Jimenez Monsalve, pero al que se anime a seguir leyendo, es mi prima y así me referiré cuando hable de ella. La primera vez que hablamos fue por facebook, aún no sé si fue sorpresa o alegría, me dijo que era escritora. ¡Ah! Que elegancia como decimos en Colombia. Ella me animó a escribir, ya lo hacía, pero me dijo que lo hiciera público, lo hice. ¡hum! Lo hice, y me gustó. Lo han leído mi prima y unas pocas personas a las que les he comentado (creo que lo hicieron). Escribir, ¡ah!... es muy rico, se te llena la boca con miles de palabras que explotan sobre un papel en el cual puedes irlas acomodando, hasta que te dan las ideas más locas. Expresas los pensamientos más diversos que viran por tu mente; abres el corazón con un poema, la creatividad con un cuento, la pasión con una canción, el humor con una trova, los deseos con cartas…. Miles de cosas plasmadas en un papel.
Ahora… No es tan fácil hacer escritura. No porque sea difícil esculcar tu mente y crear el escrito, sino por el miedo a ser criticado, burlado y desechado. Mi mundo es una variedad de emociones, escribir se torna, sin ser frustrado, difícil. Hacerlo, me obliga a mostrarme como muchos no me conocen, no porque tenga algo que esconder, si no, porque pretendo evitar la inestabilidad de mis actos. Cuando tu mundo se compone de música, religión, amor, sexo, locuras, alegrías, fiestas… es difícil expresarse, te conocerán como eres, a muchos no les gustará, te tildarán de loco, te odiarán, otros serán hipócritas, otros te apoyarán, muchos se reirán… a todo ésto nos exponemos, me arriesgaré y con mucho apoyo voy.
Cuando mi prima me decía que me ayudaría a “Volar” creí que iba a ser más sencillo, no he escrito cuatro fragmentos y ya he dudado mucho al montarlos en el blog. Me envuelvo en un velo con miedo a caer, a equivocarme, a escribir simplezas. Cuantas cosas se encuentran en un computador, cuantos que escriben, cuantos que enseñan, cuantos críticos, cuantas cosas que nos detiene a muchos. Ese tráfico de soñadores, gente que al igual que yo pretende Volar como lo dice mi prima, pero cada vez seré mejor. “Soy mejor que los de antes, compárenme criticones” (El cantante). Simplemente pensando en ello, lo llamé tráfico aéreo.
Nunca he comprendido a los pocos amigos que tengo. Ahora muchos me dicen que si puedo escribir cosas que pienso de ellos, es como si tuviera una lista en la que, la próxima es CAMILA, pero pienso mucho en lo que viene, y en realidad no sé el orden.
En el momento, muchos que “supuestamente” leyeron todo mi blog, han sentido que soy un chico apagado, que vivo triste, que mi vida es muy sola. Quiero aclarar algunas cosas. Aunque suene todo muy triste, no es en realidad lo que vivo en el momento, simplemente aprovecho cada sentimiento para convertirlo en escritura. Soy un hombre muy feliz ya que disfruto de lo mucho que tengo, y sobre todo de aquellos momentos en soledad de los que exprimo cada detalle, cada ligero pensamiento. Como un pincel, cada pincelada deja una marca visible pero no vista, o sea, no se ve que sentimiento inspiro aquel trazo, pero sí cuestionamos mucho cada detalle. Así soy, puedo escribir cosas tristes de mi vida, pero no me dejo dominar por ellas, simplemente mi mente captura todo y después estallan sobre el papel. Aquel que muchos interpretan de varias formas. Muchos me dicen loco, pero la verdad, que solo la sepa el que lee mi blog, a veces ni yo mismo me entiendo.
Últimamente hablo con personas que nunca han conocido la faceta de “Escritor” aficionado. También he hablado mucho con alguien que no conocía, sabía su nombre, sabía vagamente su ubicación, la de su hija, la de su madre y qué relación familiar nos unía. Aún no hemos compartido mucho, está demasiado lejos, Luz Dary Jimenez Monsalve, pero al que se anime a seguir leyendo, es mi prima y así me referiré cuando hable de ella. La primera vez que hablamos fue por facebook, aún no sé si fue sorpresa o alegría, me dijo que era escritora. ¡Ah! Que elegancia como decimos en Colombia. Ella me animó a escribir, ya lo hacía, pero me dijo que lo hiciera público, lo hice. ¡hum! Lo hice, y me gustó. Lo han leído mi prima y unas pocas personas a las que les he comentado (creo que lo hicieron). Escribir, ¡ah!... es muy rico, se te llena la boca con miles de palabras que explotan sobre un papel en el cual puedes irlas acomodando, hasta que te dan las ideas más locas. Expresas los pensamientos más diversos que viran por tu mente; abres el corazón con un poema, la creatividad con un cuento, la pasión con una canción, el humor con una trova, los deseos con cartas…. Miles de cosas plasmadas en un papel.
Ahora… No es tan fácil hacer escritura. No porque sea difícil esculcar tu mente y crear el escrito, sino por el miedo a ser criticado, burlado y desechado. Mi mundo es una variedad de emociones, escribir se torna, sin ser frustrado, difícil. Hacerlo, me obliga a mostrarme como muchos no me conocen, no porque tenga algo que esconder, si no, porque pretendo evitar la inestabilidad de mis actos. Cuando tu mundo se compone de música, religión, amor, sexo, locuras, alegrías, fiestas… es difícil expresarse, te conocerán como eres, a muchos no les gustará, te tildarán de loco, te odiarán, otros serán hipócritas, otros te apoyarán, muchos se reirán… a todo ésto nos exponemos, me arriesgaré y con mucho apoyo voy.
Cuando mi prima me decía que me ayudaría a “Volar” creí que iba a ser más sencillo, no he escrito cuatro fragmentos y ya he dudado mucho al montarlos en el blog. Me envuelvo en un velo con miedo a caer, a equivocarme, a escribir simplezas. Cuantas cosas se encuentran en un computador, cuantos que escriben, cuantos que enseñan, cuantos críticos, cuantas cosas que nos detiene a muchos. Ese tráfico de soñadores, gente que al igual que yo pretende Volar como lo dice mi prima, pero cada vez seré mejor. “Soy mejor que los de antes, compárenme criticones” (El cantante). Simplemente pensando en ello, lo llamé tráfico aéreo.
Nunca he comprendido a los pocos amigos que tengo. Ahora muchos me dicen que si puedo escribir cosas que pienso de ellos, es como si tuviera una lista en la que, la próxima es CAMILA, pero pienso mucho en lo que viene, y en realidad no sé el orden.
En el momento, muchos que “supuestamente” leyeron todo mi blog, han sentido que soy un chico apagado, que vivo triste, que mi vida es muy sola. Quiero aclarar algunas cosas. Aunque suene todo muy triste, no es en realidad lo que vivo en el momento, simplemente aprovecho cada sentimiento para convertirlo en escritura. Soy un hombre muy feliz ya que disfruto de lo mucho que tengo, y sobre todo de aquellos momentos en soledad de los que exprimo cada detalle, cada ligero pensamiento. Como un pincel, cada pincelada deja una marca visible pero no vista, o sea, no se ve que sentimiento inspiro aquel trazo, pero sí cuestionamos mucho cada detalle. Así soy, puedo escribir cosas tristes de mi vida, pero no me dejo dominar por ellas, simplemente mi mente captura todo y después estallan sobre el papel. Aquel que muchos interpretan de varias formas. Muchos me dicen loco, pero la verdad, que solo la sepa el que lee mi blog, a veces ni yo mismo me entiendo.
miércoles, 5 de mayo de 2010
LAZOS FAMILIARES
En muchas ocasiones me he sentido tan agobiado que asimilo, o al menos trato, y llego a la conclusión de que no he sido el ejemplo a seguir, no he sido el mejor hijo, no he sido el mejor hermano, no he sido el mejor sobrino, no he sido el mejor tío, no he sido el mejor nieto, no he sido el mejor amigo, nunca he intentado ser el mejor compañero ya que si no has traspasado aquella barrera que separa el compañero del amigo, simplemente sigue siendo compañero. En otras ocasiones no tengo la necesidad de asimilar nada, porque siempre está el que te recalca, el que te dice que eres el peor, el que te recuerda que mal hermano eres, mal primo, mal hijo etc... Ya hoy me cansé. Ahora quiero que sigan diciendo que soy todo eso, ahora sólo mi guitarra me acompañara, aunque también me diga mal interprete. De pronto exhorto con ésto algunas cosas de mi familia. Cuando estaba chico, vivía con mi mamá y mi hermano, todo era tan bello, aquellas peleas eran efímeras. Mi madre llegaba cansada y con grito tierno nos enseñaba muchas cosas de la vida. Me enseño a amar a mi hermano,eramos lo unico que tenia. Al tiempo mi padre se sumo a la lista, por razones personales no quiero decir ni explicar el motivo de su ausencia. Cuando estábamos en aquel hermoso mundo, Yolombo, era rico, tenía una madre que nos demostraba; y eso reflejaban sus actos y palabras, el amor maternal. Mi hermano, mmm, que hablar de mi hermano, estaba ahí para defenderme, para hablarme, para inventar juegos cuando estábamos acostados, para regañarme, para robar mi helado para gastar mi merienda. Todo era tan bello.
Ahora, 20 años después las cosas han cambiado, me siento a observar y encuentro que todo está caído. En el colegio mi hermano, aunque en algunas ocasiones me defendía, no sé si era su forma de demostrar cariño, se apartaba de mí, empecé a perderlos, perdí a lo que era una madre, perdí a lo que era un hermano. Muchas veces siento que simplemente están esperando un pequeño motivo, lo más ínfimo, para levantar su puño y demostrar todo lo que dicen sentir por mí, aunque no lo dicen uno a veces intuye que aquellos lazos familiares son acompañados de cariño. Con mi hermano, es simplemente poner una pequeña palabra en mi boca, algo insignificante que lo moleste y le dan ganas de mostrarme lo fuerte que puede ser. Hablar con ellos se torna tan complicado, siento en sus palabras las ganas de exaltarse y desquitarse con mi cuerpo, simplemente eso. Lo que creía que era bueno, era bueno, pero al compartir con mi familia se me trocaban los significados, resultaba que lo que hacían ellos estaba bien, y lo que hago casi nunca está bien. Se me torna ambiguo cuando pienso en lo que significa mi buen hermano, en mi buena madre, en mi buen primo, en mi buen padre, en mis excelentes tías... cuando vociferan lo despectivo que puedo ser, me confundo y me toca buscar un diccionario, o simplemente wikipedia, para saber qué es ser bueno, y que es no ser tan bueno y en medio de todo lo que asimilo me doy cuento que no estoy errado, el concepto es problema de fondo, no de forma. Ya ni siquiera me preocupa si lo leen o no, no me preocupa si se alteran, de igual manera siempre van a buscar un motivo.
Mi hermano se encerró en su nueva familia, ya parece que no tiene madre, y no estoy seguro si piensa que no tiene un hermano pues no creo que lo considere. Mi madre en sus novelas, puede pelear con todos simplemente porque no la dejan ver. Y mi padre, que decir de él, se enoja al hablar duro, se enoja si todos están callados, ya todo lo altera.
En mis viajes continuos a Marinilla, un largo camino, con un mp3 que nunca me funcionó, al rodar mi moto, en ese silencio que produce el aturdimiento de su motor llegan a mi mente muchas cosas, y creo que todo lo que tengo está sobre los rines de ella, creo que mi “familia” aquellos que dicen ser mi tío, mi madre, mi padre, mi hermano, mi primo, simplemente lo toman como un título que les tocó, no como un sentimiento que debería despertar, como decía antes, cosas que se creen estar en la memoria, pero están en el corazón. Un día duermo donde Andrés, otro día donde Jefferson, otro día en Copacabana, en la iglesia de Marinilla, otro día en mi “casa”, ese vacío que deja el tiempo es grande cuando en muchas ocasiones se siente solo.
Mi padre, mi madre y mi hermano, si alguien los encuentra por favor díganme, doy mi guitarra, doy mi moto y doy mi vida simplemente por tener una familia. Mi madre y mi hermano, mi reino por recuperarlos.
Aunque llegando a la conclusión de que ellos se enojen y sigan haciendo lo que dicen que no hacen, “no hablar”, creo que eso me ha hecho tan fuerte, el corazón se ha tornado con tantos callos y ampollas que me han hecho salir, solo, de esas tristeza que da la ausencia de la familia.
Ahora, 20 años después las cosas han cambiado, me siento a observar y encuentro que todo está caído. En el colegio mi hermano, aunque en algunas ocasiones me defendía, no sé si era su forma de demostrar cariño, se apartaba de mí, empecé a perderlos, perdí a lo que era una madre, perdí a lo que era un hermano. Muchas veces siento que simplemente están esperando un pequeño motivo, lo más ínfimo, para levantar su puño y demostrar todo lo que dicen sentir por mí, aunque no lo dicen uno a veces intuye que aquellos lazos familiares son acompañados de cariño. Con mi hermano, es simplemente poner una pequeña palabra en mi boca, algo insignificante que lo moleste y le dan ganas de mostrarme lo fuerte que puede ser. Hablar con ellos se torna tan complicado, siento en sus palabras las ganas de exaltarse y desquitarse con mi cuerpo, simplemente eso. Lo que creía que era bueno, era bueno, pero al compartir con mi familia se me trocaban los significados, resultaba que lo que hacían ellos estaba bien, y lo que hago casi nunca está bien. Se me torna ambiguo cuando pienso en lo que significa mi buen hermano, en mi buena madre, en mi buen primo, en mi buen padre, en mis excelentes tías... cuando vociferan lo despectivo que puedo ser, me confundo y me toca buscar un diccionario, o simplemente wikipedia, para saber qué es ser bueno, y que es no ser tan bueno y en medio de todo lo que asimilo me doy cuento que no estoy errado, el concepto es problema de fondo, no de forma. Ya ni siquiera me preocupa si lo leen o no, no me preocupa si se alteran, de igual manera siempre van a buscar un motivo.
Mi hermano se encerró en su nueva familia, ya parece que no tiene madre, y no estoy seguro si piensa que no tiene un hermano pues no creo que lo considere. Mi madre en sus novelas, puede pelear con todos simplemente porque no la dejan ver. Y mi padre, que decir de él, se enoja al hablar duro, se enoja si todos están callados, ya todo lo altera.
En mis viajes continuos a Marinilla, un largo camino, con un mp3 que nunca me funcionó, al rodar mi moto, en ese silencio que produce el aturdimiento de su motor llegan a mi mente muchas cosas, y creo que todo lo que tengo está sobre los rines de ella, creo que mi “familia” aquellos que dicen ser mi tío, mi madre, mi padre, mi hermano, mi primo, simplemente lo toman como un título que les tocó, no como un sentimiento que debería despertar, como decía antes, cosas que se creen estar en la memoria, pero están en el corazón. Un día duermo donde Andrés, otro día donde Jefferson, otro día en Copacabana, en la iglesia de Marinilla, otro día en mi “casa”, ese vacío que deja el tiempo es grande cuando en muchas ocasiones se siente solo.
Mi padre, mi madre y mi hermano, si alguien los encuentra por favor díganme, doy mi guitarra, doy mi moto y doy mi vida simplemente por tener una familia. Mi madre y mi hermano, mi reino por recuperarlos.
Aunque llegando a la conclusión de que ellos se enojen y sigan haciendo lo que dicen que no hacen, “no hablar”, creo que eso me ha hecho tan fuerte, el corazón se ha tornado con tantos callos y ampollas que me han hecho salir, solo, de esas tristeza que da la ausencia de la familia.
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